LOS INSOSPECHADOS PARADEROS DE LOS LIBROS

Sylvie de Gerard de Nerval

En esta ocasión, para despedir al 2009, presentamos una estupenda recomendación de un magnifico e incansable lector de alta literatura, nuestro amigo y colaborador Héctor Ayala:

Para todo aquel viajero “en busca de ese libro único”, tal y como anunciaba ya su autor en un relato previo dentro de sus Hijas del Fuego, “Sylvie” de Gerard de Nerval, es la singular crónica de los amores y las pasiones juveniles en que la intensidad desmedida de las emociones, da forma a las más evocativas y crepusculares fantasías. Una obra que habrá de contarse como tan pocas en su genero en la literatura de cualquier lugar y tiempo.

Materia literaria de orden superior en que todo se entrega desde un mundo esplendente e ilusorio y a la vez desbastado por la melancolía, como en esas ruinas medievales de la abadía de Châalis, a que acude el lector, rodeado de castillos, estanques, antiguos templos y visiones de islas remotas entre caminos brumosos y secretos por el bosque, a que le sean revelados en elevada prosa, las causas del enigmático presente del narrador en relación con los sucesos de su pasado.

La consideración de esta noción, de orden proustiano podríamos decir, no sólo nos ayuda a penetrar en el misterio de la naturaleza de la propia melancolía, uno de los motivos fundamentales de la obra, sino que nos revela a la vez una de las claves de la eficacia del estilo narrativo usado por Nerval, en que el azar, juega un papel decisivo como ordenador de la secuencia narrativa, justo a la manera (y no por casualidad), en que ocurre en los sueños.

Es así como confluyen en sus paginas, una devoción imaginativa por los amores que encarnan lo virginal y rural junto con el anhelo por la estabilidad del alma y los mitos celtas y cristianos que van abriendo las puertas hacia lo fantástico, sirviendo unos y otros como símbolos que permiten resaltar, en el correr de las páginas, las figuras femeninas de una obra destinada a ser revaluada a través de las épocas y las generaciones.

Acercarnos a la Sylvie de Gerard De Nerval, nos hace ser participes de la seducción por preservarla de “ese olvido en que la tenía Charles Agustin Saint-Beuve", dejándonos llevar por la sonoridad y la maravilla de su contagio y al hacernos formar parte de su ilustre tradición de lectores, que tal como Proust y Calvino, entre tantos otros, seguirán siendo trastornados por el ritmo y la singularidad de su construcción narrativa y el inusual encanto de sus ensoñaciones.

A nuestros lectores les deseamos que el 2010 esté lleno de salud, abundancia y grandes experiencias literarias. Muchas gracias por visitarnos.

Para escuchar el texto y otras curiosidades visite: http://www.libromaniapodcast.blogspot.com/

Consejos para prender la buena lectura


El buen beber y la literatura van de la mano.

Si usted, curioso lector, está un poco fatigado de leer noveluchas facilonas que no le han aportado ninguna reflexión a su vida. O bien, está cansado de leer libros de más de 300 páginas rellenas de filigrana y absurdas descripciones que no llevan a nada más que a acrecentar la vanidad del autor, o simplemente quiere buscarse una experiencia grata para leer ahora en vacaciones, pero además se considera usted un buen bebedor. Entonces ponga mucha atención. Es necesario que ocupe bien su tiempo y dinero. No gaste su aguinaldo en tonterías.

Vaya a su librería de confianza. Si usted acostumbra perderse en los anaqueles y hurgarlos, mejor. Saldrá con algunos títulos que le habrán engordado el ojo. Si no, pida al librero, o al mozo despachador, la obra intitulada "La leyenda del santo bebedor", escrita por el genio ucraniano de Joseph Roth.

¿Qué de qué trata la obra?

Verá usted. Es una novelita corta, se dice que está basada en la agitada vida del escritor. Este hombre, admirable, considerado como uno de los mejores escritores de Europa central junto con Robert Musil y Hermann Broch, participó como periodista en la primera guerra mundial. Así, debido a su profesión, al final de la guerra, viajó por toda Europa (actividad tan necesaria y fecunda para llenarse de experiencias dignas de ser contadas cuando se tiene el talento).

Desterrado, a causa del nazismo, se refugió en Francia. Lastimado por la vida y a causa de un severo alcoholismo, preso del delirium tremens, murió en 1939. Pero ánimo, no se asuste, esto sólo le sucede a los genios. Y si usted es un genio no le importará.

La leyenda del santo bebedor fue la novela que Roth escribió justo antes de morir. La historia sucede precisamente en París. El personaje principal y entrañable, Andreas Kartak, un clochard (vagabundo al estilo francés) recibe, de manera inesperada, una buena suma de dinero de un generoso hombre rico, devoto de la santa Teresita de Leisieux. Andreas se resiste a aceptar pues no encuentra cómo podría restituir la deuda. El hombre le hace prometer que los devolverá sólo cuando pueda, pero no se los entregará a él, sino a la santa Teresita, en la iglesia de Sainte Marie des Batignolles.

Así, el singular Andreas se ve envuelto en una serie de sucesos desencadenados principalmente por el azar y por su manera peculiar de beber pues, en el primer bar al que entra, luego de recibir el dinero venido del cielo, conoce a un tipo que le ofrece un empleo que lo hará ganar suficiente para saldar la deuda. Y sí, nuestro clochard, una vez que tiene la plata, se dirige a la iglesia a cumplir cabalmente con su obligación. Pero, en ese inter, se encuentra a su exnovia, y ¡por Zeus! entusiasmado por la extraordinaria racha de suerte que le cobija, decide invitarle al cine, a cenar, a pasarla bien hasta acabar la noche juntos reviviendo viejos tiempos. Al despertar, Andreas se da cuenta que se ha gastado todo el dinero y se va.

De pronto revisa la billetera que compró cuando inició su racha de vacas gordas. Las sorpresas no le dejan, descubre un billete que no esperaba tener.

Con el dinero hallado inesperadamente se va a beber a un bar y descubre en una fotografía que decora el lugar, a un viejo compañero del instituto que se ha convertido en un famoso futbolista. Andreas decide ir a buscarle hasta encontrarlo. Kaniak, el amigo futbolista, gustoso de volverle a ver, decide rentarle una habitación en un buen hotel en donde él se hospeda y le obsequia algunos trajes. Además le invita a cenar y beber para celebrar.

Luego de haber encontrado al famoso ex compañero, comprende que está nuevamente en posición de ir a saldar su deuda a la iglesia de la santa Teresita. Al encontrase allí, justo antes de devolver el dinero, encuentra a un ex colega suyo, trabador de la mina, y en vez de cumplir su promesa en ese instante, decide irse de juerga con su amigo y se van de putas.

Fascinante ¿no lo cree? No puedo contarle más. Lo que es un hecho es que se trata de una novelita corta que nos hace reflexionar varios temas. El primero es sobre las oportunidades, tanto las que se aprovechan como las que se dejan perder. También me vino a la cabeza el tema de las metas que uno se fija en la vida, la voluntad; el tema de la suerte, el azar, el cambio repentino del destino, el trago... Igual pensé en que vamos por la vida persiguiendo objetivos materiales y estúpidos como el dinero. Pero si no es por el dinero, sea o no de nosotros ¿podríamos procurarnos los mismos disfrutes? Lo mejor es que cada quien disfrute el libro como quiera y saque sus propias reflexiones. Pero para esto, luego de salir de la librería ya con el libro, vaya por favor a una tienda de vinos que se precie de tener una estupenda variedad.

Compre una botella de Absith o Absenta. ¿por qué ese licor y no otro? Porque era lo que Andreas tomaba ¿A poco creen que tomaba cualquier cosa? Es un poco cara pero vale la pena, es un lujo que usted merece. Para acompañar la buena lectura, es menester entender un poco todo lo que se dice en el valioso prólogo, en la edición de Anagrama, sobre esta bebida espirituosa.

Le recomiendo que lo sirva en un vaso corto, el que se usa para whiskey está bien. Tenga azúcar a la mano y un encendedor. Sirva el líquido verdaceo a un cuarto del vaso. Con una cuchara, de plata de preferencia, sirva el azúcar pero no lo vierta, déjelo en la cuchara, sólo remójelo en el licor. Ahora enciéndalo hasta que el azúcar se derrita, que quede bien flameado. Dele vueltas con la cuchara mezclando todo y tome de un sólo golpe. Ahora sí, está listo para iniciar la lectura. Sienta cómo fluye el Absenta al pasar las páginas, hasta que la Fée verde (El hada verde) empieza a obrar por su cuenta ¡disfrute usted!

POESIA DE JOSE EMILIO PACHECO


Poema en audio: Inmemorial de José Emilio Pacheco por José Emilio Pacheco
(dale click)

Algunos consejos para elegir una buena lectura (parte segunda)


Uno de los caminos más felices que existen para acercarse a los libros, sin temor a decepciones, es comenzar por las antologías: son colecciones de textos seleccionados por escritores, artistas, académicos, periodistas, investigadores, en fin, gente que se da a la tarea de investigar previamente, o simplemente recopilar información y obras, de algún tema, un autor, una generación, época, corriente o movimiento artístico, para luego poner a nuestro alcance lo más representativo, según de lo que se trate.

Las antologías son muy recomendables para todos los que se placen con la lectura, pero más para los que han decidido iniciarse como lectores. Porque es allí donde encontraremos, según el criterio del o los antologadores, claro está, lo más selecto en orden de importancia de acuerdo al fin de la publicación.

Otra de tantas ventajas fascinantes que hay para acercarse a leer antologías, por su variedad de textos, es que se puede leer sin orden. Podemos comenzar por en medio, al final, al azar, buscar según el índice, es más, se puede jugar a preguntarle pertinentemente algo al libro, luego hojearlo hasta detenerse en la página que se desee y así leer la respuesta, aunque claro, lo mejor dependerá de nuestra habilidad para interpretar las respuestas y viajar con la imaginación.

Lo mismo se puede hacer con otra clase de libros que no sean necesariamente antologías, aunque corramos el riesgo de extraviarnos fácilmente. Claro que se pueden leer en desorden también libros de novela, ensayos, cuento, poesía, etc. Hay que hacerlo, de cabeza si quieren, pero, como dicen los argentos, hay que darle bola a la curiosidad como condimento esencial de la perspicacia.

Si se lee por placer, no es necesario hacerlo desde la primera página hasta la final. En realidad no hay una regla ni un canon que nos dicte que para leer un libro deba ser así, de inicio a fin. Como disciplina es ideal, además de que nos da otra perspectiva mucho más amplia de la obra. Pero si el libro que tenemos en las manos es una buena obra, podemos extraerle el néctar en cualquiera de sus páginas, pues suponemos que, un libro digno, de buena calidad en su contenido, tiene varios abrevaderos en los cuales valdrá la pena detenerse, y si se quiere, dejarse llevar por el instante. Nada hay como encontrar esos paraderos ocultos a lo largo y ancho de los libros.

También son excelentes si quieren comenzar a leer a un autor en especial. Pueden comenzar así por una antología, como mapa, y partir de ahí ir descubriendo otros territorios de la obra.

Y recuerda. leer desapendeja, pero también puede apendejar.

Algunas antologías recomendadas:

Poesía en movimiento por Octavio Paz

Omnibus de poesía mexicana por Gabriel Zaid

Antología de la poesía surrealista por Aldo Peregrini

El libro de la imaginación por Edmundo Valades

Cuentos fantásticos del siglo XIX por Italo Calvino

Antología del cuento universal por Julio Torri

Antología del humor negro por André Bretón

Cuentos de terror por Editorial Andrés Bello

Anatomía del mexicano por Roger Bartra

Iniciamos Colectivos de Lectura en SATO&CAFE


Encontramos un plácido lugar ubicado en la zona nororiental de la Ciudad de México, en el barrio de la Unidad San Juan de Aragón (el viejo USA para los que vagueábamos por esas calles allá en la niñez): SATO&CAFÉ. Es un buen sitio en el que podremos sentirnos cómodos, como en la sala de nuestra casa en compañía de una agradable selección musical. Pero lo mejor es degustar una rica taza de café de excelente nivel (el café espresso es de antología), o bien, deliciosas bebidas y bocadillos preparados por sus amables propietarios y anfitriones: Saramaría y Toño, quienes brindan una magnifica y amigable atención. Es un espacio de muy buenas vibraciones al que siempre se quiere volver. Ahora nos abre sus puertas como empresa Culturalmente Comprometida para llevar a cabo nuestros Colectivos de Lectura.

Cofradía de E. A. Poe

Iniciamos primera sesión martes 27 de octubre. De 17 a 19 hrs.

Cada cófrade leerá por su cuenta el cuento o poema que se acuerde con el coordinador en cada sesión, y se comentará de manera grupal, a manera de taller literario.


Colectivo "Elige lo que lees"

Iniciamos primera sesión miércoles 28 de octubre. De 17 a 19 hrs.

Se proponen 3 títulos de novela: Lodo de Alejandro Fadanelli; Fahrenheit 451 de Ray Bradbury; El guardián entre el centeno de J.D. Salinger.

Se elegirá el libro en grupo y cada participante leerá por su cuenta las páginas acordadas con el coordinador para comentar en cada sesión.



Requisitos: Disfrutar del café, de la lectura y compartir con nuevos amigos.


Cuota de recuperación por participar en 1 colectivo durante las 10 sesiones: $600 por persona. Promoción especial $900x2 personas (no incluye material de lectura). Si no puedes pagar la cuota te damos varias opciones: 1) pagar $70 por sesión. 2) 1 beca completa y 1 media beca; sólo tienes que entregar un ensayo en una cuartilla acerca del por qué quieres estar en el colectivo y cómo te beneficiaría esto; nosotros escogeremos a los 2 ganadores para cada colectivo.


Cupo limitado

¡TE ESPERAMOS!

Algunos consejos para elegir una buena lectura (parte primera)


Uno de los principales problemas por los que no se lee es porque no sabemos qué leer. Muchas veces entramos en la librería o biblioteca y nos extraviamos en esa inmensidad de libros y libros y más libros que puede volverse abrumadora. También resulta que cuando alguien se contagia y está motivado para comenzar a leer por gusto, no sabe cómo hacerlo ni por dónde empezar.

Nuestra intención es brindar algunas sugerencias para que puedas realizar una buena elección y así comiences a adquirir el gusto por los libros, como un catador que identifique los sabores desde los primeros tragos, y reconozca así los elixires cuando se halle frente a una buena obra.

Iniciación

Elegir un libro para leer no necesariamente es comprarlo. El verdadero dueño es el que los lee y los hace suyos. Así que puedes acudir a una biblioteca, al librero de un amigo lector, a un mercado de libros de viejo (usados), o bien a una librería.

Si te dicen que no compres libros porque son caros o porque no te van a dar de comer, ignóralos, no saben lo que dicen. Como objeto, un libro es la mejor inversión que puedes hacer pues su valor no se deprecia como muchos otros bienes, al contrario, además de ser un bien cultural, si es una buena edición, con el tiempo puede llegar a aumentar su valor. Además es un instrumento útil que hace que la gente sea libre pues desarrolla la imaginación, ejercita el pensamiento, estimula los sentidos, hace que viajes a otro lugar y época, construye sólidos lazos entre los otros y uno mismo. Tambíén sirven para formar atmósferas propicias para la lectura, o simplemente hacer estancias más placenteras. Vale la pena comprar libros. Lo malo es que no siempre podemos pagarlos, además no todos están escritos con calidad. Es por eso que si apenas nos estamos iniciando como lectores, es bueno detenerse un poco a pensar qué libro se va comprar o a leer. Aquí nos orientaremos hacia la elección de libros de literatura y de cómo elegir lo que más nos pueda gustar. Para ello hay que afinar la sensibilidad y la mirada, la intuición. Tal como hace un cazador hambriento.

Cómo comenzar

Conocemos lo que nos gusta hasta que lo probamos. Pasa con la música, las bebidas, los deportes, las películas, etc. Así que no sabremos qué nos gusta leer y qué no, sólo hasta que tengamos varias lecturas como punto de comparación. Nadie sabe de lo fascinante que es leer los cuentos de Horacio Quiroga o de Lovecraft, o las exquisiteces de Leopoldo Alas “Clarín”, de Julio Torri, o Lord Dunsany, hasta que los leemos. Así que la iniciación a la buena lectura requiere que pongamos de nuestra parte; esto es contar con una buena dosis de curiosidad y de selectividad. Hay que ser exigentes como cuando buscamos la mejor calidad y comodidad en el calzado, o en un buen corte de carne a la parrilla. Para disfrutar tanto de la lectura como de la vida, requiere que seamos selectivos en nuestras decisiones. Aunque en el caso de los libros, pueden llegar a nosotros por medio de recomendaciones que nos hagan amigos, conocidos, o que veamos en los medios de comunicación. De nosotros dependerá aceptar o no. Tal vez al menos podamos curiosear informándonos acerca de lo que nos han recomendado para saber un poco mejor si puede o no gustarnos. La infinita variedad de títulos y la poca literatura de buena calidad (digo poca en comparación a la cantidad de los libros que se publican, pues buenas obras hay muchas), nos hace que seamos exigentes para poder acceder realmente a lo vale la pena. Así que lo primero es curiosear para distinguir temas, autores, épocas.

Algo muy recurrente en los padres de familia sucede cuando tienen que comprar un libro publicado por diferentes editoriales: compran la más barata. Y así nosotros nos mal acostumbramos a hacer lo mismo. Así pasamos por alto la calidad de la traducción, más allá de si el diseño es lindo o no. Una buena traducción es importantísima para poder disfrutar y entender una buena obra. A veces las grandes obras se echan a perder por una mala traducción. Pues el traductor de alguna manera reinventa por medio de su conocimiento y dominio del leguaje, lo que el autor quiso decir. Así recomendamos se fijen muy bien y siempre pregunten sobre la calidad de la edición. Para los libros escritos en español no hay problema en ese sentido y sólo dependerá del gusto personal en el diseño o ilustración del libro. Por lo regular las llamadas editoriales independientes (pequeñas, no muy comerciales) cuidan muy bien estos aspectos pues consideran al libro un producto artesanal. Además, sus criterios editoriales pasan por un proceso estricto para seleccionar títulos que vayan de acuerdo a su filosofía.

Otra sugerencia: cuando vayan a una librería o un mercado de libros de viejo, no tengan miedo en preguntar quién de los que atiende es el que conoce mejor de libros. Tristemente no en todas las contadas librerías que existen en el país hay gente que se toma en serio y responsablemente el papel de vender libros. Muchos lo hacen igual que si vendieran hamburguesas, refrescos o tornillos. Por fortuna siempre hay excepciones y con un poco de suerte pueden encontrar un librero amigable al que le gusta su trabajo (aunque no sea bien remunerado) y que además ha dedicado mucho tiempo a conocer mejor no sólo de novedades, sino también lecturas de distintas épocas que ameritan leerse. Busquen a los libreros. Podrán identificarlos al momento en que los escuchen hablar placenteramente sobre algún escritor o un libro. Pregunten sobre otros títulos de X autor, sus contemporáneos, influencias, biógrafos, corrientes literarias, diferencias de edición, etc. Entablen un diálogo. Si no los convence investiguen por su cuenta. O si descubren que de plano no sabe o soslaya la conversación y reciben una mala atención, pueden quejarse en la gerencia (aunque a veces los gerentes son peores que los vendedores...) o en el buzón correspondiente de la empresa, o en la página de internet. Sólo así las librerías podrán mejorar el servicio para capacitar y contratar gente que sepa lo que hace. Pero no se rindan, mozalbetes como esos siempre habrá en todos los campos de la vida. Busquen a la gente apasionanada de los libros, siempre tendrán una buena recomendación que hacer. Y, como en todo, identifiquen a los charlatanes; a los que actúan como robots memorizando todo lo que tienen que decir ¿cómo identificarlos?...sólo recomiendan autores de moda, best sellers, a Gabriel García Márquez, con suerte a Carlos Fuentes, o creen que te puedes volver culto por recibir costosa información (mensajes de $50)en tu móvil.

Calvinsinhas maestras acerca de los clásicos


"Toda relectura de un clásico es una lectura de descubrimiento como la primera."


"Toda lectura de un clásico es en realidad una relectura."


"Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir."


"Los clásicos son esos libros que nos llegan trayendo impresa la huella de las lecturas que han precedido a la nuestra, y tras de sí la huella que han dejado en la cultura o en las culturas que han atravesado (o más sencillamente, en el lenguaje o en las costumbres). "


"Un clásico es una obra que suscita un incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude continuamente de encima."


"El clásico no nos enseña necesariamente algo que no sabíamos; a veces descubrimos en él algo que siempre habíamos sabido (o creído saber) pero no sabíamos que él había sido el primero en decirlo (o se relaciona con él de una manera especial). Y ésta es también una sorpresa que da mucha satisfacción, como la da siempre el descubrimiento de un origen, de una relación, de una pertenencia. "


"Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad."


"Naturalmente, esto ocurre cuando un clásico funciona como tal, esto es, cuando establece una relación personal con quien lo lee. Si no salta la chispa, no hay nada que hacer: no se leen los clásicos por deber o por respeto, sino sólo por amor."


Obra recomendada de Italo Calvino: Bajo el sol jaguar, El barón rampante, Los amores difíciles, El caballero inexistente, Las ciudades invisibles, Por qué leer a los clásicos.


XVII Festival Internacional de Poesía Rosario


En estos días se realiza la XVII edición del Festival Internacional de Poesía Rosario. Evento que se lleva a cabo en 2 ciudades, Rosario y Buenos Aires, en el querido país de la Argentina. Este año el poeta homenajeado es Francisco Urondo, nacido en Santa Fe en 1930 y fallecido en Buenos Aires en 1976. Poeta, periodista, académico y militante político. Juan Gelman dijo que para Urondo no existieron abismos entre experiencia de vida y poesía "corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente (…)”.

Entre los invitados de diferentes nacionalidades a dicho festival, se encuentra nuestro amigo y colaborador Ernesto Lumbreras, a quien le deseamos que la magia de la poesía sea la brújula de su viaje y que sus lecturas e intervenciones sean muy bien recibidas.

Más sobre la organización del festival y algo del trabajo literario de Ernesto: http://www.festpoesiarosario.com.ar/p_ernesto-lumbreras.html
Más sobre Francisco Urondo y su obra: http://www.literatura.org/Urondo/Urondo.html

Los jóvenes y la lectura


Por Laura Hernández


Mi propósito en este texto es plantear algunas ideas que creo útiles para quienes han emprendido la labor de formar círculos de lectura entre los adolescentes de las escuelas secundarias.


Para el filósofo austríaco, Ludwig Wittgenstein —quien se interesó profundamente por la aclaración de diversos conceptos— ‘leer’ quiere decir reaccionar a signos escritos de tal o cual modo, en el sentido en que, por ejemplo, cuando un alumno empieza a leer, lo sabemos porque hay en él un cambio de conducta (157)1 pues hay un conjunto de sensaciones más o menos características de leer una oración impresa, tales como sensaciones de atascarse, de fijarse bien, de equivocarse al leer, de mayor o menor soltura en la secuencia de palabras, etc., al igual que hay sensaciones características de recitar algo aprendido de memoria.


De tal modo que, de acuerdo a Wittgenstein, la lectura no es sólo un proceso psicológico que ocurre en nuestra mente, que consiste simplemente en traducir mecánicamente signos escritos a orales, sino que la lectura implica una vivencia que se expresa a través de ciertas reacciones características, cuyo carácter estético lo podemos apreciar al percatarnos de que, cuando leemos, letra y sonido forman una unidad. Una especie de aleación —dice él— como una fusión semejante a la que se da entre los rostros de los hombres famosos y el sonido de sus nombres, en que nos parece que ese nombre es la única expresión correcta para ese rostro. (171)


Ésa es la razón por la que ciertas cosas que hemos leído y nos han dejado una impresión honda, permanezcan en nosotros a través de una imagen y sus palabras y, dado que esa imagen es una construcción personal, podemos percatarnos de que, a pesar de que en un sentido superficial todos leamos el mismo texto, no leemos lo mismo porque las ideas que dispara en nuestra imaginación y en nuestro intelecto son diversas para cada uno de nosotros pues dependen de nuestra propia experiencia vital.


Es más, tampoco debemos olvidar que habrá a quien esas palabras, a pesar de que comprenda esos signos, no le signifiquen nada, no le digan nada, no le disparen ninguna idea. Por lo tanto, podemos decir que no siempre ‘leemos’ en un sentido profundo, es decir, no siempre hay contacto entre lo escrito y el lector. Eso sucede fecuentemente a los alumnos que son obligados a leer algo que no les interesa, es entonces cuando sólo se da esa traducción mecánica en la que está ausente la vivencia de la lectura.


Ahora bien, por otra parte, es interesante observar que la lectura sólo fue posible cuando existió la escritura y que ésta es un producto cultural, específicamente de la civilización, y no de nuestra naturaleza; por ese motivo, existen culturas en las que no es relevante registrar ésta por escrito sino transmitirla oralmente, como sucede en muchos de los grupos indígenas de México. El poeta portugués Fernando Pessoa, señala al respecto:


El hombre natural puede vivir perfectamente sin leer y escribir. No puede en cambio hacerlo el hombre al que llamamos civilizado; por eso, como dije, la palabra escrita es un fenómeno cultural, no de la naturaleza sino de la civilización de la cual la cultura es esencia y sostén. [...] La palabra hablada es inmediata, local y general. [...] La palabra escrita es mediata, amplia y particular. Cuando escribimos, y tanto más cuanto mejor y más cuidadosamente escribimos, nos dirigimos a alguien que no va a oírnos, alquien que va a leernos; a alguien que no está a nuestro lado; a alguien que será capaz de entendernos, y no a alguien que tiene que entendernos, teniendo por eso que entenderlo nosotros primero a él (141-142)


Al hablar de esta preocupación del escritor y su lector, es evidente que Pessoa —como poeta— se refiere a la escritura literaria; sin embargo, podríamos afirmar que esta preocupación se presenta, asimismo, en los textos no literarios, como por ejemplo la prosa científica y el periodismo, que también se escriben pensando en las expectativas que los lectores tienen pero, en este caso, sólo con relación a un ámbito de información de hechos e ideas, algo más superficial, si pensamos en que la literatura genera en nosotros emociones intensas de felicidad, de sufrimiento, de zozobra, de terror, etc. Cuando leemos una novela que nos apasiona, vivimos literariamente las emociones de sus personajes, a tal grado que no podemos desprendernos de la lectura o, si lo tenemos que hacer, pensamos obsesivamente en la historia. En el caso de la poesía, el enganche emocional se revela en el recuerdo nítido de las palabras que, cuando las pronunciamos, nos llenan de un goce inefable. Y es que en el poema no es sólo lo dicho lo que nos conmueve sino, en mayor medida, cómo está dicho: su musicalidad. En ese sentido, siendo el origen de la poesía el canto, ésta existiría aun si la escritura nunca se hubiera dado, lo cual no es verdad para la prosa, pues mientras la poesía es básicamente generadora de emociones, la prosa lo es de ideas; no obstante, es posible que esos dos ámbitos se entrecrucen y den lugar a una prosa poética que encontramos en mayor medida en el ensayo filosófico que se aproxima más a la literatura que a la ciencia.


Creo que ahora podrá ser más claro por qué la relación entre la escritura y el lector, en el texto literario, es más emocional que intelectual, que su código tiene un carácter fundamentalmente simbólico, pues como señala Pessoa:


A fin de cuentas, ¿qué es una obra literaria sino la proyección en el lenguaje de un estado del espíritu o del alma humana? Y esa obra es el símbolo vivo del alma que la escribió, o del momento de esa alma —una pequeña alma ocasional— que la proyectó. ¿Por qué no podrá haber entre alma y alma una comunicación oculta, un entendimiento sin palabras, mediante el cual adivinemos la sombra visible a través del conocimiento del cuerpo invisible que la proyecta, y entendamos el símbolo, no porque reconozcamos haberlo visto, sino porque conocemos aquello de lo cual es símbolo. [...] Cuanto más profundas sean las emociones, más alto será, dado el necesario poder de expresión, el mérito de la obra o de las obras. Y cuanto más profundas las emociones, mayor también será su grado de humanidad, de universalidad. Por eso los mayores poetas de la humanidad son también los más humanos, y por serlo son también los más universales.


Y, en ese sentido, se nos plantea una primera cuestión: si queremos fomentar en los jóvenes la lectura debemos estar en la disposición de reconocer que debemos, tanto tomar en cuenta lo que para ellos es significativo e importante, como darles a conocer a aquellos escritores cuya voz es universal. En el video Experiencia de un círculo de lectura con adolescentes de educación secundaria del Valle de Chalco2 puede verse cómo los jóvenes muestran sus gustos e intereses en relación con los libros. En ese sentido me parece que los temas de ficción y la poesía son los que suelen ser más atractivos para los adolescentes, es decir, aquéllos en donde se desborda el mundo de lo posible, lo cual es así porque en ellos la capacidad de imaginar todavía determina la de razonar. La realidad para ellos tiene límites muy distintos a los nuestros o quizá ni siquiera tenga límites. Sin embargo, a pesar de que hable de los jóvenes en un sentido genérico, no debemos perder de vista que esto es una idealización, ya que cada uno de ellos constituye un mundo particular. Ésa es la razón por la que Ezra Pound, en su espléndido libro El abc de la lectura, señala queLa ambición del lector puede ser mediocre, y no habrá dos lectores con ambiciones idénticas. El maestro sólo podrá dirigir sus instrucciones a aquéllos que más desean aprender, de todos modos puede darles un ‘aperitivo’, una lista de las cosas que pueden aprenderse en literatura o en alguna sección dada de ésta. (29)

Leer texto completo en: http://www.correodelmaestro.com/anteriores/2001/abril/2anteaula59.htm

La in-comprensión de la lectura


Agreguémosle números que las estadísticas son contundentes.

La Prueba ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares) se realiza cada año con la benevolísima intención de que alumnos, maestros, padres y autoridades del sistema educativo, conozcan el avance de los alumnos de 3º a 6º de primaria y 3º de secundaria de todo el país. Una de las habilidades que se evalúa es la comprensión lectora; en la versión 2008 (1) el 20,8% de los alumnos salió reprobado con un resultado insuficiente, el 48,7% podríamos decir que pasó de panzaso con un resultado elemental, un 26,7% obtuvo un buen resultado y sólo un indignante 3,8% resultó excelente.

Vayamos un poco a las causas de tales resultados.

¿Cómo se enseña a leer en las escuelas? Tomando la lectura como un proceso de decodificación de signos para llegar a un significado, los maestros dedican gran parte de su tiempo y esfuerzos a que los niños comprendan el mensaje de diferentes textos. Para ello las estrategias se centran sobre todo en lectura en voz alta y en silencio seguida de una serie de preguntas con respuestas muy alejadas de lo que al niño puede provocarle el tema de la lectura, que si es de su interés puede despertar su imaginación hacia lugares desconocidos. Las preguntas que el niño tiene que responder son más del tipo ¿qué quiso decir el autor cuando dice...? ¿la palabra... significa...? ¿A qué lugar llegó el personaje principal? Este mismo tipo de preguntas son las que el niño tiene que resolver en los exámenes.

Con todo ello los niños aprenden que la lectura sirve para contestar exámenes, pasar el año y tener contentos a sus padres para que les cumplan uno que otro capricho como comprarles un videojuego, que por supuesto les resulta más interesante que la aburridísima lectura. De ahí también que nuestro promedio de libros al año sea de 2,8%, suponiendo que los encuestados hayan sido honestos, lo cual es poco probable.

¿En qué momento y de qué manera los niños aprenden que la lectura es una puerta al conocimiento y a la imaginación? La lectura se vuelve un deleite para pequeños y jóvenes cuando se crea una atmósfera propicia rodeada de adultos lectores, libros de su interés, múltiples oportunidades para descubrir este y otros mundos a través de las letras y otras actividades culturales. Cabe entonces preguntarse sobre el papel tan importante que juegan padres y maestros en la tarea de guiar este proceso, teniendo por seguro que estarán formando seres libres y reflexivos. En esa tarea nosotros acompañamos a quien se interese por dar a sus hijos y alumnos diversas estrategias para acercarse a la lectura, para ello tenemos diseñadas algunas propuestas que se ofrecen a instituciones educativas y de formación profesional. Acércate a nosotros y contáctanos.

(1) Los resultados que se presentan corresponde a los conocimientos y habilidades que se evalúan de la asignatura de español que incluye: funciones de la lectura, tipos y portadores de texto y sus caracteríticas, reflexión sobre la lengua y comprensión lectora

Las Plumas del Gallo

Breves atisbos al inagotable caleidoscopio borgiano

“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”


“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”


“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”


“Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica”

Apuesta por lecturas de contenido nutricional


Los indicadores, a pesar de basarse en datos fríos pues no entran en detalles, serían más alarmantes si analizáramos la calidad de los escasos libros que se leen y el cómo se realiza la lectura. Pero, para nuestras humildes intenciones, sería morboso seguir ahondando en los diferentes estudios que se han hecho, pues las cifras vistas ya denotan un evidente rezago, una grave carencia en los hábitos formativos y culturales de los mexicanos.

Por otro lado, estamos convencidos que en algunas situaciones, leer 1 libro al día no serviría de mucho, además de que es, por el tiempo que se requiere, prácticamente irrealizable. Ni los tantos desempleados de este país podríamos lograrlo pues tenemos que ocupar tiempo para buscar chamba, comer, dormir, pedir prestado, escondernos del casero, pasear al perro y pensar cómo pagar deudas, arreglar cosillas de la casa, etc. Pero en caso de poder lograrlo, ya que siempre hay excepciones, la efectividad dependerá del libro que se lea y la forma de hacerlo. Pues no se trata de comenzar leyendo muchos libros, sino de hacerlo bien, ya que hay obras que por su propia complejidad se hacen impenetrables en un primer intento de lectura y requieren de mayor tiempo. Por lo regular sucede así con los clásicos, como el quijote de Cervantes por ejemplo. Lo importante es no desesperarse y elegir una lectura adecuada según la necesidad o hambre del momento. Hay una infinidad de temas y ediciones para todos los gustos y edades con contenidos de excelente calidad.

También es muy importante señalar que leer no sólo es codificar signos ni repetir como loros palabras y frases hasta el cansancio o hasta aprenderlas de memoria. Leer debe ser comprender, como si viviéramos una experiencia que nos mueva a imaginar, pensar y crear.


Una buena forma de medir el contenido puede ser la siguiente. Si lo que se lee nos habla de “verdades” y condiciona nuestra forma de vivir y de pensar ¡cuidado! Si no logra aportarnos conocimientos, o bien no logra romper nuestros convencionalismos (por lo menos durante la lectura) y no va más allá de simples lugares comunes ¡mucho cuidado! ¿de qué tipo de lectura estamos hablando?


Por ello es importante saber distinguir. Existe un tipo de lectura comercial: de entretenimiento, de chismes, hay incluso miles manuales disfrazados de cómo ser feliz (como si ser feliz dependiera de una fórmula mágica, pues no se toman en cuenta las diferencias culturales y las diferentes necesidades que la gente considera satisfacer para llevar a cabo su felicidad).


También está la lectura, digamos, formativa (que no está peleada con el entretenimiento), esa que nos hace saber más ya sea de nosotros mismos, de nuestra condición como seres humanos o de nuestro entorno: lecturas que dan pausa para la imaginación, como dice Pepe Gordon. Hay una anécdota en la que el célebre escritor Franz Kafka decía que una buena lectura era aquella que te daba un puñetazo en la cara al poco tiempo de haber abierto el libro. Con esto estamos completamente de acuerdo pues pensamos que las lecturas que más valen la pena son aquellas que nos confrontan con nosotros mismos. Consideramos que se puede ser feliz sin necesidad de leer libros; los libros no se escriben ni se leen para que la gente sea feliz.


Reconocemos que existe un mercado amplio en la industria editorial. Se editan libros para todos los gustos y preferencias. Podemos encontrar títulos desde “cómo ser feliz sin haber nacido” (dice Carlos Monsivais) "Papá ya no me pegues", hasta el Ulises de James Joyce en versión de lujo, comentada y de pasta dura. Por ello consideramos que de las pocas librerías que existen en el país, la mayoría, están repletas de “lectura chatarra”, que bien puede ser evitada porque de nada te pierdes si dejas de leer libruchos. Al contrario, puedes ahorrarte dinero y un mal rato de fuerte diarrea mental. Aunque repetimos, no queremos ser excluyentes ni limitar las preferencias de lo que se quiera leer.


Lo que queremos es dar un punto de vista para hacer valer nuestra capacidad de elección. La vida es muy corta y el tiempo para leer también, de allí la importancia de hacer buenas elecciones. A todos a todos aquellos que tengan la inquietud de comenzar a leer libros por gusto, y a los que ya se han iniciado en la lectura, queremos recomendarles que no sólo se queden en la superficie de los llanos leyendo libros que no van más allá de la autosuperación. Tampoco queremos proponer un canon literario a lo Harold Bloom. En sí, recomendamos leer todo lo que caiga en sus manos. Pero no olvidar que la lectura es alimento de la mente, por ende, del espíritu, así que aconsejamos llevar una buena dieta de lectura, balanceada en conocimientos en sus diferentes tipos.


Lo importante de las buenas lecturas, es que no sólo provocan una correcta función cerebral en los terrenos de la cognición y el lenguaje. También existen otros elementos fundamentales como son la socialización o integración familiar. Aunque el mero acto de lectura se haga a solas o en ritual tribal, nada hay más placentero que compartir y charlar sobre lo aprendido, intercambiar visiones, experiencias, ideas, sensaciones, como cuando nos vamos de viaje. Pero algo que consideramos indispensable en nuestra propuesta es que lo que se lea nos mueva a campos cuesta arriba en la imaginación, y que nos provoque hambre, necesidad de saber. Recomendamos elegir aquellas lecturas que nutran, como buen pan y vino, el alma y la inteligencia.

El poder de la lectura está en nuestras manos, no depende de nadie más.

Dirección de Proyectos
Las Plumas del Gallo

Imagen tomada de Galería de thandar61 en www.flickr.com

JOSE EMILIO PACHECO PREMIO CERVANTES 2009