LOS INSOSPECHADOS PARADEROS DE LOS LIBROS

PARA EMPEZAR EL AÑO LEYENDO POESIA


Comenzar el año con poesía es señal de buenos augurios. Recomendamos a 3 poetas memorables:

1.- Sin falla, salimos con un imprescindible. Para los que andan buscando leer poesía y enamorarse de la palabra escrita. De la biblioteca mexicana de poesía modernista, Efraín Huerta (1914-1982).

Asistir a los poemas de este inigualable nacido en Silao, Guanajuato, pero primordialmente chilango de cuño universal, es cobijarse, con el candor de su lirismo e ingenioso humor, bajo una vasta riqueza literaria llena de amor, erotismo y odio por la vida en la gran ciudad, y el conocimiento que reconforta la inteligencia, entre tanta infamia que nos circunda. A lo largo de sus variados y multiformes versos de diversas temáticas y obsesiones, despliega con arte, desde el más profundo sentimiento, hasta las más broncas palabras bellamente insurrectas de la protesta y la indignación civil de su tiempo. Para blindarnos el corazón con el bello y tan variado plumaje de su poesía, hay que leer, del Fondo de Cultura Económica en su colección Letras Mexicanas, el libro de “Poesía Completa”. Nada mejor para cubrirnos de este frío que palpita desde la dura entraña del invierno.

LOS HOMBRES DEL ALBA (FRAGMENTO)

(…)

Son los que tienen en vez de corazón

un perro enloquecido

o una simple manzana luminosa

o un frasco con saliva y alcohol

o el murmullo de la una de la mañana

o un corazón como cualquiera otro.

(…)

2.- Qué mejor que seguir bebiendo, con el vuelo de las fiestas recientes, de los ricos viñedos que forman las palabras. Recomendamos a Oscar Hahn (1938). Poeta chileno de la generación literaria de los 60. En el libro “Mal de Amor” (Editorial LOM Colección Entre Mares), a pesar de recordarnos que existimos en medio de una muda soledad del mundo, su poesía nos permea hasta el alma como esperanza. Con un alfabeto ilimitado por delirante, Hahn, construye pasadizos hacia nuevas posibilidades en donde el erotismo florece en los terrenos impensados de la ausencia. Su habla es una presencia entramada en lo más vivo que queda en el fondo de la copa vacía, cuando todo termina, luego haber bebido del amor; es eso que habíamos olvidado. Su silencio está dotado de impecables imágenes y significados precisos, que moldean versos finamente decantados, de implacable y sencilla vivacidad.

LUGAR COMÚN

Vuelves a mí

porque el asesino

siempre vuelve

al lugar del crimen


3.- Por último, para cerrar en 3 las recomendaciones: Hebras de Sol de Paul Celan (Rumanía 1920-París 1970) Colección Visor de Poesía.

Una poesía que atrapa en su aparente impenetrabilidad. Al estar frente a los poemas de Celan se pierde la noción de lo que pensamos como realidad. Es poesía pura, absoluta. Se forma así un lenguaje propio que de pronto nos hace sentir como en un bosque de niebla sin salida. Leemos frases que nos revelan algo más allá de lo humano. De pronto nos vemos contagiados por ese desarraigo de lo común, y todo eso alucinatorio nos es familiar. Como mensajes cifrados que pretenden anular el lenguaje para hacer del tiempo un lugar para vivir en el sueño más habitable. Como si en un zumbido de flechas perdidas aparecieran musicales. Da la impresión que el poeta se dispuso librarse de la prisión de las palabras, convirtiéndolas, con impecable dominio, en mudas y furtivas cazadoras de sueños.

TARDE. Un fetiche esponjoso

muerde piñas del árbol navideño,

un deseo cardado

de aforismo

a saltos las persigue,

la ventana se abre por el viento, estamos fuera,

sin aplanar

el ser de su subir,

una nube de cabeza pesada

alegre-profunda

a caballo nos lleva también

al otro lado.


Imagen de dave baptiste chirot

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JOSE EMILIO PACHECO PREMIO CERVANTES 2009